Las propuestas visuales que recibimos a diario, son, a veces, elementos decorativos, pero también propuestas para aprender a ver, observar y construir conocimientos tanto para niños como para adultos.
En el caso de los niños, esta visión le ayuda a generar una realidad sobre su mundo inmediato, de forma que empieza a establecer conexiones y su mente se ordena en función de los estímulos, ideas e impresiones que percibe a su alrededor, ayudándole así a generar un orden mental más claro y generar relaciones entre los objetos y las personas que le rodean. Por eso, la elección del fotomural para la decoración de los dormitorios de los más pequeños, adquiere así una gran importancia.
Aunque la imagen en sí es la protagonista, no podemos olvidar la gama de colores y tonos, porque en función de cómo utilicemos esos colores, la misma imagen puede cambiar mucho y con ella, todo el espacio. Si es, además, el dormitorio y/o lugar de estudio, adquiere más importancia, porque además de buscar colores que puedan invitar al relax y la concentración, debemos intentar que se adapten también a los gustos y deseos de los propietarios del espacio.
El mobiliario en colores más neutros nos facilitará la elección del fotomural, en función de nuestros gustos y deseos.